ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA SALUD

¡Virgen María, Madre de la Salud! Tu Hijo divino te encargó que fueras también Madre de todos los hombres. Desde entonces, con admirable fidelidad, has estado presente en la vida de la Iglesia y de cada uno de sus hijos; como ejemplar de todas las virtudes personales y comunitarias; como medianera nuestra ante Dios, y como madre de la vida divina que Cristo nos comunica.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas, nuestras infidelidades y caídas. A ejemplo tuyo y con tu ayuda, aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial que, en Cristo y por el Espíritu Santo quiere salvarnos a través de las pruebas y sufrimientos de la vida temporal, hasta darnos la plenitud de su vida sin término. Amén.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Discurso del Papa Francisco en la Asamblea General de la ONU

A continuación transcribo las 7 claves de lectura del discurso del Papa Francisco en la asamblea general de la ONU, tomado en su integridad de ACIPRENSA: 
https://www.aciprensa.com/noticias/7-claves-del-discurso-del-papa-francisco-en-la-asamblea-general-de-la-onu-20585/
Dentro de su discurso de alrededor de 50 minutos, cabe destacar estas siete claves:
1. La exclusión y la pobreza
El Santo Padre denunció “un afán egoísta e ilimitado de poder y de bienestar material” que genera la exclusión de “los débiles y con menos habilidades”.
“La exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente”, aseguró.
Como camino de escape a la pobreza extrema, el Papa señaló que se debe permitir a los pobres “ser dignos actores de su propio destino”.
“El desarrollo humano integral y el pleno ejercicio de la dignidad humana no pueden ser impuestos”, explicó, y destacó que “esto supone y exige el derecho a la educación”.
2. Cuidado de la creación
El Papa subrayó que “la casa común de todos los hombres” debe edificarse “sobre la comprensión de una cierta sacralidad de la naturaleza creada”.
Los cristianos, indicó, “creemos que el universo proviene de una decisión de amor del Creador, que permite al hombre servirse respetuosamente de la creación para el bien de sus semejantes y para gloria del Creador, pero que no puede abusar de ella y mucho menos está autorizado a destruirla. Para todas las creencias religiosas, el ambiente es un bien fundamental”.
3. El rechazo a la guerra y al comercio de armas
Francisco subrayó en su discurso que “la guerra es la negación de todos los derechos y una dramática agresión al ambiente”.
“Si se quiere un verdadero desarrollo humano integral para todos, se debe continuar incansablemente con la tarea de evitar la guerra entre las naciones y entre los pueblos”, aseguró.
El Papa denunció además la “tendencia siempre presente a la proliferación de las armas”, especialmente las nucleares. Una ética y derecho basados en la amenaza mutua, advirtió, “constituyen un fraude a toda la construcción de las Naciones Unidas, que pasarían a ser ‘Naciones unidas por el miedo y la desconfianza’”.
“Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares”, demandó.
El Santo Padre pidió también concentrar la atención en todas las situaciones de conflicto, como las que se viven en Ucrania, en Siria, en Irak, en Libia, en Sudán del Sur y en la región de los Grandes Lagos, en África.
Papa Francisco en el Salón de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Foto: Alan Holdren / ACI Prensa.4. Los cristianos perseguidos
Francisco reiteró su llamado sobre la persecución de cristianos, otras minorías religiosas e incluso musulmanes debido a manos de extremistas islámicos, en Oriente Medio, el norte de África y otros países africanos.
En esos lugares, lamentó, “los cristianos, junto con otros grupos culturales o étnicos e incluso junto con aquella parte de los miembros de la religión mayoritaria que no quiere dejarse envolver por el odio y la locura, han sido obligados a ser testigos de la destrucción de sus lugares de culto, de su patrimonio cultural y religioso, de sus casas y haberes y han sido puestos en la disyuntiva de huir o de pagar su adhesión al bien y a la paz con la propia vida o con la esclavitud”.
“Estas realidades deben constituir un serio llamado a un examen de conciencia de los que están a cargo de la conducción de los asuntos internacionales”, señaló.
5. La familia
La familia, recordó el Papa, “es la célula primaria de cualquier desarrollo social”. “Los gobernantes han de hacer todo lo posible a fin de que todos puedan tener la mínima base material y espiritual para ejercer su dignidad y para formar y mantener una familia”, señaló.
“Este mínimo absoluto tiene en lo material tres nombres: techo, trabajo y tierra; y un nombre en lo espiritual: libertad de espíritu, que comprende la libertad religiosa, el derecho a la educación y todos los otros derechos cívicos”, explicó.
Francisco destacó también la importancia de que se respete “el derecho primario de las familias a educar”, así como “el derecho de las Iglesias y de las agrupaciones sociales a sostener y colaborar con las familias en la formación de sus hijas e hijos”.
El Santo Padre recordó en otra parte de su discurso que “inscrita en la propia naturaleza humana” se encuentra “la distinción natural entre hombre y mujer”.
6. Lucha contra el narcotráfico
El Papa advirtió que “otra clase de guerra que viven muchas de nuestras sociedades” es el fenómeno del narcotráfico. Esta guerra, lamentó, ha sido “pobremente combatida”.
“El narcotráfico por su propia dinámica va acompañado de la trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación infantil y de otras formas de corrupción”, advirtió.
Esta corrupción, señaló, “ha penetrado los distintos niveles de la vida social, política, militar, artística y religiosa, generando, en muchos casos, una estructura paralela que pone en riesgo la credibilidad de nuestras instituciones”.
7. La defensa de la vida
El Papa Francisco destacó repetidamente durante su discurso la importancia de defender la vida desde la concepción y en todas sus etapas y dimensiones.
Los “pilares del desarrollo humano integral”, dijo, “tienen un fundamento común, que es el derecho a la vida”, y demandó el “absoluto respeto de la vida en todas sus etapas y dimensiones”.
“La casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana, de cada hombre y cada mujer; de los pobres, de los ancianos, de los niños, de los enfermos, de los no nacidos, de los desocupados, de los abandonados, de los que se juzgan descartables porque no se los considera más que números de una u otra estadística”, señaló.

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