ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA SALUD

¡Virgen María, Madre de la Salud! Tu Hijo divino te encargó que fueras también Madre de todos los hombres. Desde entonces, con admirable fidelidad, has estado presente en la vida de la Iglesia y de cada uno de sus hijos; como ejemplar de todas las virtudes personales y comunitarias; como medianera nuestra ante Dios, y como madre de la vida divina que Cristo nos comunica.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas, nuestras infidelidades y caídas. A ejemplo tuyo y con tu ayuda, aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial que, en Cristo y por el Espíritu Santo quiere salvarnos a través de las pruebas y sufrimientos de la vida temporal, hasta darnos la plenitud de su vida sin término. Amén.

lunes, 28 de agosto de 2017

CELEBRAMOS HOY LA SOLEMNIDAD DE SAN AGUSTÍN

Resultado de imagen para san agustín“Tarde te amé, oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé”, dijo San Agustín. Este gran Santo es uno de los 36  doctores de la Iglesia y es patrón de "los que buscan a Dios”; también fue autor de varios libros de teología y filosofía, siendo sus obras más famosas las “Confesiones” y "La ciudad de Dios".
San Agustín de Hipona nació el 13 de noviembre en el año 354 en la ciudad de Tagaste, ubicada al norte de Africa. Fue hijo de Patricio y de Santa Mónica, quien rezó durante varios años por la conversión de su esposo y de su hijo.
Durante su juventud, se entregó a una vida libertina y cometió varios pecados de impureza. Convivió con una mujer durante 14 años y ambos tuvieron un hijo llamado Adeodato, que murió siendo joven.
También perteneció durante nueve años a la secta de los Maniqueos hasta que conoció a San Ambrosio, cuyo testimonio le impresiona  y le motiva a acercarse a Dios.
Resultado de imagen para san agustínUn día, cuando Agustín estaba en un jardín, sumido en una profunda crisis existencial, escuchó la voz de un niño que le decía : "Toma y lee ; toma y lee". El Santo abrió una biblia que tenía al lado y abrió una página al azar. Se encontró con el capítulo 13,13-14 de la carta de San Pablo a los romanos que decía :
"Nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos...revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupeís de la carne para satisfacer sus concupiscencias".
Esta lectura marcó su conversión y desde ese momento resolvió  permanecer casto y entregar su vida a Cristo.
En el año 387 es bautizado junto a su hijo. Su madre fallece ese mismo año. Regresó a África y quiso llevar un estilo de vida monástica. Sin embargo, Dios tenía otros planes para él.
Un día fue asistió a la Eucaristía en Hipona. El Obispo, Valerio, anciano, pidió al pueblo un ayudante en el ministerio y el pueblo eligió a Agustín, pues conocían de su conversión e inteligencia; a pesar de su resistencia y lágrimas, Agustín entendió el llamado del Señor. 
Es ordenado sacerdote y cinco años después fue ordenado Obispo, dirigió la diócesis de Hipona por 34 años. San Agustín utilizó sus dotes intelectuales y espirituales para atender a las necesidades de su rebaño.
Combatió las herejías del tiempo, debatió contra las corrientes contrarias a la fe, acudió a varios consejos de obispos en África y viajó constantemente para predicar el Evangelio. Su intenso trabajo pastoral le forjó un gran prestigio dentro de la Iglesia.
Resultado de imagen para san agustínEl 28 de agosto del 430 enfermó y falleció. Su cuerpo fue enterrado Hipona, pero luego trasladado a Pavia, Italia. 
Para Benedicto XVI, San Agustín ha sido un “buen compañero de viaje” en su vida y ministerio. En enero del 2008 se refirió a él como “hombre de pasión y de fe, de altísima inteligencia y de incansable solicitud pastoral… dejó una huella profundísima en la vida cultural de Occidente y de todo el mundo”.
En agosto del 2013, el Papa Francisco, durante la Misa de apertura del Capítulo General de la Orden de San Agustín, se refirió al santo como un hombre que “comete errores, toma también caminos equivocados, peca, es un pecador; pero no pierde la inquietud de la búsqueda espiritual. Y de este modo descubre que Dios le esperaba; más aún, que jamás había dejado de buscarle Él primero”.
San Juan Pablo II  difundió la vida y obra de este Doctor de la Iglesia. En 1986, con ocasión del XVI Centerario de la Conversión de San Agustín, redactó la Carta Apostólica “Augustinum Hipponensem”.

domingo, 27 de agosto de 2017

Meditación del Papa Francisco sobre el evangelio de este domingo

Antes del rezo del Ángelus de este domingo, el Papa Francisco hizo una reflexión en la que destacó que cada católico, cada fiel bautizado es una piedra viva, pequeña y preciosa que en manos de Jesús se orienta a la construcción de la Iglesia.
Imagen relacionadaEn su meditación sobre el Evangelio de este domingo en el que el Señor le dice a Pedro que él es la roca sobre la que construirá la Iglesia, el Santo Padre resaltó que “también con nosotros hoy, Jesús quiere continuar construyendo la Iglesia, esta casa con fundamentos sólidos pero donde no faltan las grietas”, que además tiene “una continua necesidad de ser reformada, reparada”.
“Nosotros ciertamente no nos sentimos rocas, sino solo pequeñas piedras. Sin embargo, ninguna piedra pequeña es inútil. En las manos de Jesús la más pequeña piedra se hace preciosa, porque Él la toma, la mira con ternura, la trabaja con su Espíritu, y la coloca en el lugar justo, que Él siempre ha pensado y donde puede ser más útil a toda la construcción”.
Francisco subrayó que “cada uno de nosotros es una pequeña piedra, pero en las manos de Jesús se orienta a la construcción de la Iglesia”.
“Y todos nosotros, siendo pequeños, somos ‘piedras vivas’ porque cuando Jesús toma en sus manos la piedra, la hace suya, la hace viva, la llena de su amor, y así tenemos un lugar y una misión en la Iglesia: ella, la Iglesia, es comunidad de vida, hecha de muchísimas piedras, todas distintas, que forman un único edificio en el signo de la fraternidad y de la comunión”.
El Papa dijo también que “el Evangelio de este domingo (Mt 16,13-20) nos recuerda un pasaje clave en el camino de Jesús con sus discípulos: el momento en el que Él quiere verificar hasta qué punto tienen fe en Él”.
El Santo Padre resalta la respuesta de Pedro, que surge de su corazón: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente”. “Simón Pedro pronuncia con sus labios palabras más grandes que él, palabras que no provienen de sus capacidades naturales”.
De la respuesta del primer Papa, prosigue Francisco, “Jesús comprende que, gracias a la fe donada por el Padre, hay un fundamento sólido sobre el cual puede construir su comunidad, su Iglesia. Por eso dice a Simón: ‘Tú Simón eres Pedro –es decir piedra, roca– y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia’”.
El Evangelio de hoy también “nos recuerda que Jesús ha querido para su Iglesia también un centro visible de comunión en Pedro, aunque Él no es una gran piedra, sino una piedra pequeña, pero que tomada por Jesús se convierte en piedra de comunión, y es en él que se ha sucedido una misma responsabilidad primacial, que hasta los orígenes, se ha identificado en los obispos de Roma, la ciudad en la que Pedro y Pablo han dado testimonio hasta la sangre”.
Para concluir, el Papa hizo votos para que “María, Reina de los Apóstoles, Madre de la Iglesia” sostenga a todos y “nos acompañe con su intercesión, para que realicemos plenamente esa unidad y esa comunión por la que Cristo y los Apóstoles han rezado y han dado la vida”.

Tomado de: www.aciprensa.com

domingo, 20 de agosto de 2017

SER PERSEVERANTES EN LA FE

En sus palabras previas al rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco invitó a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro a que en los momentos difíciles sigan el ejemplo de la mujer cananea de la que habla el Evangelio, que no se cansó de pedir a Jesús por la sanación de su hija.
Resultado de imagen para jesús y la mujer cananeaEl Santo Padre centró su reflexión en el Evangelio de este domingo que “nos presenta un singular ejemplo de fe en el encuentro de Jesús con una mujer cananea, un extranjera en relación a los judíos”.
“La escena tiene lugar mientras Él está en camino hacia las ciudades de Tiro y Sidón, en el noroeste de Galilea: es allí donde la mujer implora a Jesús que sane a su hija, dice el Evangelio, que ‘sufre terriblemente por estar endemoniada’. El Señor, en un primer momento, parece no escuchar este grito de dolor, tanto, hasta el punto de suscitar la intervención de los discípulos que interceden por ella”. “La aparente distancia de Jesús no desanima a esta madre, que insiste en su invocación”, expresó.
Francisco afirmó que “la fuerza interior de esta mujer, que permite superar cada obstáculo, va buscada en su amor maternal y en la confianza en que Jesús puede atender su pedido. Y esto me hace pensar en la fuerza de las mujeres. Con su fortaleza son capaces de obtener cosas grandes, ¡hemos conocido muchas! Podemos decir que es el amor que mueve la fe y la fe, por su parte, se convierte en el premio del amor”.
“El amor intenso hacia su hija le induce a gritar: ‘¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí!’. Y la fe perseverante en Jesús permite que no se desanime, ni siquiera ante su rechazo inicial; así ‘la mujer se acercó y, arrodillándose delante de él, le suplicó: ¡Señor, ayúdame!’”.
El Papa señaló que “al final, ante tanta perseverancia, Jesús se queda admirado, casi asombrado, por la fe de una mujer pagana. Por lo tanto, Él acepta diciendo: ‘¡Mujer, qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que quieres’. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija”.
“Esta humilde mujer –aseguró el Santo Padre– es indicada por Jesús como un ejemplo de fe inquebrantable. Su insistencia en el invocar la intervención de Cristo es para nosotros un estímulo a no desanimarnos, a no desesperarnos cuando somos oprimidos por las duras pruebas de la vida”.
El Pontífice indicó que “el Señor no se gira hacia otra parte ante nuestras necesidades, y, si a veces parece insensible a los pedidos de ayuda, es para poner a la prueba y fortalecer nuestra fe. Nosotros debemos seguir gritando como esta mujer: ‘¡Señor, ayúdame! ¡Señor, ayúdame!’ Así, con perseverancia y valentía. Es éste el coraje que se necesita en la oración”.
En ese sentido, dijo que “este episodio evangélico nos ayuda a entender que todos necesitamos crecer en la fe y fortalecer nuestra confianza en Jesús. Él puede ayudarnos a encontrar la vía cuando hemos perdido la brújula de nuestro camino; cuando el camino no parece más plano, sino duro y difícil; cuando es agotador ser fiel a nuestros compromisos”.
“Es importante alimentar día a día nuestra fe, con la escucha atenta de la Palabra de Dios, con la celebración de los Sacramentos, con la oración personal como ‘grito’ hacia Él, "¡Señor, ayúdame!’ y con actitudes concretas de caridad hacia el prójimo”, señaló.
Francisco invitó a los fieles a confiar “en el Espíritu Santo para que él nos ayude a perseverar en la fe. El Espíritu infunde audacia en los corazones de los creyentes; da a nuestra vida y a nuestro testimonio cristiano la fuerza de la convicción y de la persuasión; nos anima a vencer la incredulidad hacia Dios y la indiferencia hacia nuestros hermanos”.
“Que la Virgen María nos haga cada vez más conscientes de nuestra necesidad del Señor y de su Espíritu; nos obtenga una fe fuerte, llena de amor, y un amor que sepa hacerse súplica, súplica valiente a Dios”, concluyó.
Tomado de: https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-da-este-ejemplo-de-fe-inquebrantable-para-los-momentos-dificiles-96721

domingo, 13 de agosto de 2017

BUSQUEMOS BIEN AL SEÑOR

Antes de la oración del Ángelus, el Papa Francisco comentó el Evangelio del día, que en esta ocasión describe el episodio de Jesús en el que después de haber rezado toda la noche en la orilla del lago de Galilea, se dirige hacia la barca de sus discípulos, caminando sobre las aguas.
“Esta narración contiene un rico simbolismo y nos hace reflexionar sobre nuestra fe, tanto de manera individual como comunidad eclesial”, aseguró.
Resultado de imagen para jesús camina sobre el agua“La barca es la vida de cada uno de nosotros, pero es también la vida de la Iglesia; el viento contrario representa las dificultades y las pruebas” y “el grito de Pedro se asemeja mucho a nuestro deseo de sentir la proximidad del Señor, pero también el miedo y la angustia que acompañan los momentos más duros de nuestra vida y de nuestras comunidades, marcada por la fragilidad interna y las dificultades externas”.
Francisco explicó que a Pedro “en ese momento, no le basta la palabra segura de Jesús, que era como la cuerda tensa a la que adherirse para afrontar las aguas hostiles y turbulentas. Es lo que puede sucedernos también a nosotros cuando no nos adherimos a la palabra del Señor, pero se consultan horóscopos y adivinos, se comienza a tocar fondo”.
“El Evangelio de hoy –continuó–, nos recuerda que la fe en el Señor y en su palabra no nos abre un camino donde todo es fácil y tranquilo, que no le quita tormentas a la vida”, sino que “la fe nos da la seguridad de una Presencia que nos lleva a superar las tormentas existenciales, la certeza de una mano que nos aferra para ayudarnos a afrontar las dificultades, indicándonos el camino también cuando hay oscuridad”.
En resumen, la fe “no es un escape a los problemas de la vida, sino que sostiene en el camino y le da un sentido”.
El Papa también comparó la barca con la misma Iglesia que debe hacer frente a tempestades y a la que le salva “la garantía contra el naufragio y la fe en Cristo y en su palabra”.
“Sobre esta barca estamos en lo seguro, a pesar de nuestras miserias y debilidades, sobre todo cuando nos ponemos de rodillas y adoramos al Señor, como los discípulos”.
Tomado de: https://www.aciprensa.com/noticias/si-no-seguimos-a-dios-y-consultamos-horoscopos-y-adivinadores-nos-ira-mal-dice-el-papa-56155

domingo, 6 de agosto de 2017

FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

VATICANO, 06 Ago. 17 / 07:30 am (ACI).- En sus palabras previas al rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro hoy en el Vaticano, el Papa Francisco aseguró que el evento de la Trasfiguración del Señor invita a reflexionar sobre la importancia de desprenderse de las cosas mundanas y así encontrar a Jesús para estar al servicio de los hermanos necesitados.
Resultado de imagen para transfiguracion de jesus“La subida de los discípulos hacia el monte Tabor nos lleva a reflexionar sobre la importancia de desprendernos de las cosas mundanas, para efectuar un camino hacia lo alto y contemplar a Jesús. Nos ofrece un mensaje de esperanza –así seremos nosotros, con Él– nos invita a encontrar a Jesús, para estar al servicio de los hermanos”, indicó el Pontífice en el marco de la fiesta de la Trasfiguración del Señor.
De lo que se trata, indicó el Papa, es de “disponernos a la escucha atenta y orante del Cristo, el Hijo amado del Padre, buscando momentos íntimos de oración que permitan la acogida dócil y gozosa de la Palabra de Dios”.
Solo de esa manera, señaló el Pontífice, se conseguirá esa “elevación espiritual” y “desprendimiento de las cosas mundanas”, que permita “redescubrir el silencio pacificante y regenerante de la meditación del Evangelio, de la lectura de la Biblia, que conduce hacia una meta rica de belleza, de esplendor y de alegría”.
“Y cuando nosotros nos ponemos así, con la Biblia en la mano, en silencio, comenzamos a sentir esta belleza interior, esta alegría que nos da la Palabra de Dios en nosotros”, aseguró el Santo Padre.
En consecuencia, a imitación de los discípulos que bajaron de la montaña “con los ojos y el corazón transfigurados por el encuentro con el Señor”, el Papa pidió que el redescubrir a Jesús “no es un fin en sí mismo”, sino que nos induce a estar “recargados por la fuerza del Espíritu divino, para decidir nuevos pasos de auténtica conversión y para testimoniar constantemente la caridad, como ley de vida cotidiana”.
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“Transformados por la presencia de Cristo y por el ardor de su palabra, seremos signo concreto del amor vivificante de Dios para todos nuestros hermanos, especialmente para quienes sufren, para cuantos se encuentran en la soledad y en el abandono, para los enfermos y para la multitud de hombres y de mujeres que, en diversas partes del mundo, son humillados por la injusticia, la prepotencia y la violencia”, aseguró Santo Padre.
Finalmente, pidió recordar las palabras finales del Padre celestial en este pasaje del Evangelio: “este es mi Hijo amado. Escúchenlo”; y pidió la intercesión de la Virgen María, que “siempre está dispuesta a acoger y custodiar en su corazón cada palabra del Hijo divino”.
“Quiera nuestra Madre y Madre de Dios ayudarnos a entrar en sintonía con la Palabra de Dios, para que Cristo se convierta en luz y guía de toda nuestra vida”, concluyó.
TOMADO DE: https://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-en-fiesta-de-la-transfiguracion-invita-a-dejar-lo-mundano-y-servir-al-necesitado-10034/