ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA SALUD
¡Virgen María, Madre de la Salud! Tu Hijo divino te encargó que fueras también Madre de todos los hombres. Desde entonces, con admirable fidelidad, has estado presente en la vida de la Iglesia y de cada uno de sus hijos; como ejemplar de todas las virtudes personales y comunitarias; como medianera nuestra ante Dios, y como madre de la vida divina que Cristo nos comunica.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas, nuestras infidelidades y caídas. A ejemplo tuyo y con tu ayuda, aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial que, en Cristo y por el Espíritu Santo quiere salvarnos a través de las pruebas y sufrimientos de la vida temporal, hasta darnos la plenitud de su vida sin término. Amén.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas, nuestras infidelidades y caídas. A ejemplo tuyo y con tu ayuda, aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial que, en Cristo y por el Espíritu Santo quiere salvarnos a través de las pruebas y sufrimientos de la vida temporal, hasta darnos la plenitud de su vida sin término. Amén.
martes, 4 de agosto de 2020
Hoy es fiesta de San Juan María Vianney, el Cura de Ars, patrono de los párrocos
Hoy es fiesta de San Juan María Vianney, el Cura de Ars, patrono de los párrocos: La Iglesia celebra cada 4 de agosto a San Juan Bautista María Vianney (1786-1859), conocido como el Santo Cura de Ars, debido al nombre del pueblo en Francia donde sirvió por muchos años: Ars-sur-Formans, ubicado a 30 Km de la ciudad de Lyon. San Juan María Vianney es el patrono de los sacerdotes, en especial de los párrocos. Es considerado el paradigma del buen confesor. Poseía dones extraordinarios como la profecía o la capacidad para conocer las almas y penetrar sus intenciones. Fue un hombre muy humilde y de gran discernimiento, modelo de pastor. En repetidas oportunidades, fue blanco de los ataques directos del demonio, lo que supo enfrentar con su alma ligera, fortalecida por la gracia, la mortificación, la oración y el servicio. Su pasión por la salvación de las almas lo llevó a pasar frecuentemente largas horas en el confesionario, con el propósito, como solía decir, de “arrebatarle almas al demonio”. Su sencillez fue ejemplar, al punto que vivía desprendido de las cosas materiales. Regaló hasta su propia cama, por lo que adquirió la costumbre de dormir en el suelo de su habitación. Llevó una vida ascética: practicaba habitualmente el ayuno y cuando no, le bastaba comer algo muy sencillo. Solía decir que “el demonio no le teme tanto a la disciplina y a las camisas de piel, como ...
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