Apreciados hermano/as, el pasado 1 de marzo el canal Caracol transmitió un programa tendencioso y hostil, donde se ve el odio hacia las cosas de Dios y más en concreto con la Iglesia. Por eso quiero advertirles a todos el peligro de creer en todo lo que muestran los medios de comunicación, y aún más cuando se trata de la Iglesia. Ciertamente algunos sacerdotes han sido infieles a su compromiso con Cristo, pero a pesar de eso, son muchos más los sacerdotes buenos, que trabajan por las comunidades y dan testimonio de vida cristiana, sin embargo eso no vende ante los medios de comunicación, eso no da publicidad, raiting, porque simplemente lo que buscan es desprestigiar a la Iglesia. A continuación pongo a disposición de todos la respuesta que hace la Conferencia Episcopal Colombiana sobre dicho programa.
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lamentó que dentro de la institución se presenten algunos casos de homosexualidad, que "aunque aislados y poco frecuentes, provocan escándalo en la opinión pública y profundo dolor en la comunidad eclesial", así lo hizo conocer en un comunicado.
El pronunciamiento se dio luego de la emisión del programa Séptimo Día, difundido el día domingo primero de marzo, donde se hizo referencia a temas relacionados con la homosexualidad en el clero.
La CEC informó que frente a este tipo de casos, la Iglesia ya está actuando para prevenirlos y afirmó además que en la actualidad, hay mayores controles en los seminarios para fortalecer las vocaciones, más acompañamiento y formación permanente a los sacerdotes para asegurarse de que ellos posean realmente una madurez humana, afectiva y espiritual.
Por otra parte, la Iglesia denunció la falta de rigor, objetividad y equilibrio que caracterizó el modo en el que fueron abordados diversas temáticas durante la transmisión del programa. "Las entrevistas concedidas por monseñor Luis Augusto Castro, presidente del episcopado, y por otros Obispos, fueron editadas y reducidas a breves intervenciones, lo que impidió a la opinión pública conocer las acciones que tanto la Santa Sede como la Iglesia Católica en Colombia han tomado para prevenir y sancionar las conductas contrarias al recto ejercicio del ministerio sacerdotal".
Finalmente la CEC invitó a todos los católicos a no desanimarse ante los ataques que buscan "socavar la credibilidad" de la Iglesia católica. "Como jerarquía les aseguramos que seguiremos trabajando para que cada día resplandezca más y mejor la santidad de sus pastores". (http://www.cec.org.co/destacados/4143-la-cec-califico-como-tendencioso-y-hostil-el-programa-de-septimo-dia)
COMUNICADO
DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA
Bogotá
D.C., 2 de marzo de 2015
La emisión del programa “Séptimo día”, transmitida
el domingo 1 de marzo por el Canal Caracol, presentó a la opinión pública
algunos casos de sacerdotes que han sido infieles al don y al compromiso del
celibato.
Al respecto, la Conferencia Episcopal de Colombia
quiere aclarar lo siguiente:
1. La
Iglesia Católica en Colombia lamenta esos casos aislados y poco frecuentes de
infidelidad a Cristo que han provocado escándalo en la opinión pública y
profundo dolor en la comunidad eclesial. Invitamos a nuestros fieles a orar por
sus sacerdotes, para que vivan fiel y coherentemente los compromisos que han
adquirido por su ministerio sacerdotal.
2. Advertimos,
sin embargo, que los casos presentados en el programa “Séptimo día” no pueden
servir para emitir un juicio sobre la conducta de nuestros ministros: la inmensa
mayoría de los sacerdotes ejercen su labor pastoral con generosa entrega a la
vocación recibida de Dios. Para ser fieles a la verdad, el programa “Séptimo
día” debería visibilizar también las labores que la mayoría de los sacerdotes
cumplen en beneficio espiritual y material de sus comunidades, especialmente de
las más pobres y desfavorecidas, así como su santidad de vida.
3. La
Iglesia denuncia la falta de rigor, objetividad y equilibrio que caracterizó el
modo en el que fueron abordados diversas temáticas durante la transmisión. Las entrevistas concedida por Monseñor Luis
Augusto Castro, Presidente de la Conferencia Episcopal, y por otros Obispos,
fueron editadas y reducidas a breves intervenciones, lo que impidió a la
opinión pública conocer las acciones que tanto la Santa Sede como la Iglesia
Católica en Colombia han tomado para prevenir y sancionar las conductas
contrarias al recto ejercicio del ministerio sacerdotal.
4. La Santa
Sede y la Iglesia Católica en Colombia han asumido el compromiso de promover en
los ministros ordenados una vivencia más profunda y coherente de su vocación:
a) En
primer lugar, se han ejercido mayores controles en el discernimiento vocacional
y en la formación de los candidatos al sacerdocio para asegurarse de que
quienes sean promovidos al Ministerio posean una sólida madurez humana,
afectiva y espiritual; y se ha fortalecido la formación y el acompañamiento permanentes
de nuestros sacerdotes, especialmente en lo que se refiere a la vivencia del
sagrado don del celibato.
b) Cuando
se han presentado casos de infidelidad personal a los diversos compromisos asumidos
en la Ordenación, siguiendo las directrices de la Santa Sede, se han tomado las
medidas disciplinarias oportunas, llegando incluso a establecer la dimisión del
estado clerical de los sacerdotes implicados en conductas contrarias al
ejercicio fiel del Ministerio ordenado.
c) En lo
que se refiere al pecado y crimen del abuso sexual de menores, la Iglesia en
Colombia ha desarrollado e implantado, en la totalidad de sus Circunscripciones
eclesiásticas, una sólida “Política de protección de menores” que incluye el establecimiento de
medidas de prevención, investigación y sanción de esos delitos, el
acompañamiento a las víctimas así como un compromiso eficaz de colaboración con
las autoridades civiles. La Iglesia en Colombia es plenamente consciente de que
no hay lugar en el sacerdocio para aquellos que puedan representar un riesgo
para la seguridad de los menores. En ese campo, siguiendo las indicaciones de
la Santa Sede, en nuestra Iglesia rige hoy una política de “tolerancia cero”.
5. El
desconocimiento de las acciones que como Iglesia hemos y estamos realizando
para purificar la vida y el ministerio de nuestros sacerdotes, nos lleva a
interpretar la emisión de dicho programa como tendencioso, de hostil ataque a
nuestra institucionalidad. Hacemos de manera especial un llamado a Caracol y a
quienes, por una u otra razón no simpatizan con la Iglesia católica, para que
no pierdan la objetividad que debe caracterizarlos, respetando la verdad
completa como principio de una sana información y convivencia.
A los creyentes y fieles católicos los invitamos a
no desanimarse ante los ataques que pretenden socavar la credibilidad de
nuestra Iglesia católica; como jerarquía les aseguramos que seguiremos
trabajando para que cada día resplandezca más y mejor la santidad de sus
pastores.
+ JOSÉ DANIEL FALLA ROBLES
Obispo
auxiliar de Cali
Secretario
General de la Conferencia Episcopal
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