ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA SALUD

¡Virgen María, Madre de la Salud! Tu Hijo divino te encargó que fueras también Madre de todos los hombres. Desde entonces, con admirable fidelidad, has estado presente en la vida de la Iglesia y de cada uno de sus hijos; como ejemplar de todas las virtudes personales y comunitarias; como medianera nuestra ante Dios, y como madre de la vida divina que Cristo nos comunica.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas, nuestras infidelidades y caídas. A ejemplo tuyo y con tu ayuda, aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial que, en Cristo y por el Espíritu Santo quiere salvarnos a través de las pruebas y sufrimientos de la vida temporal, hasta darnos la plenitud de su vida sin término. Amén.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA SANTA MISA - 1

PAPA FRANCISCO  -  AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 8 de noviembre de 2017


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Empezamos hoy una nueva serie de catequesis, que dirigirá la mirada hacia el «corazón» de la Iglesia, es decir la eucaristía. Es fundamental para nosotros cristianos comprender bien el valor y el significado de la Santa Misa, para vivir cada vez más plenamente nuestra relación con Dios.
Resultado de imagen para LA SANTA MISANo podemos olvidar el gran número de cristianos que, en el mundo entero, en dos mil años de historia, han resistido hasta la muerte por defender la eucaristía; y cuántos, todavía hoy, arriesgan la vida para participar en la misa dominical. En el año 304, durante las persecuciones de Diocleciano, un grupo de cristianos, del norte de África, fueron sorprendidos mientras celebraban misa en una casa y fueron arrestados. El procónsul romano, en el interrogatorio, les preguntó por qué lo hicieron, sabiendo que estaba absolutamente prohibido. Y respondieron: «Sin el domingo no podemos vivir», que quería decir: si no podemos celebrar la eucaristía, no podemos vivir, nuestra vida cristiana moriría.
Resultado de imagen para LA SANTA MISADe hecho, Jesús dijo a sus discípulos: «Si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día» (Juan 6, 53-54).
Estos cristianos del norte de África fueron asesinados porque celebraban la eucaristía. Han dejado el testimonio de que se puede renunciar a la vida terrena por la eucaristía, porque esta nos da la vida eterna, haciéndonos partícipes de la victoria de Cristo sobre la muerte. Un testimonio que nos interpela a todos y pide una respuesta sobre qué significa para cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y acercarnos a la mesa del Señor. ¿Estamos buscando esa fuente que «fluye agua viva» para la vida eterna, que hace de nuestra vida un sacrificio espiritual de alabanza y de agradecimiento y hace de nosotros un solo cuerpo con Cristo? Este es el sentido más profundo de la santa eucaristía, que significa «agradecimiento»: agradecimiento a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que nos atrae y nos transforma en su comunión de amor.
En las próximas catequesis quisiera dar respuesta a algunas preguntas importantes sobre la eucaristía y la misa, para redescubrir o descubrir, cómo a través de este misterio de la fe resplandece el amor de Dios.
El Concilio Vaticano II fue fuertemente animado por el deseo de conducir a los cristianos a comprender la grandeza de la fe y la belleza del encuentro con Cristo. Por este motivo era necesario sobre todo realizar, con la guía del Espíritu Santo, una adecuada renovación de la Liturgia, porque la Iglesia continuamente vive de ella y se renueva gracias a ella. Un tema central que los Padres conciliares subrayaron es la formación litúrgica de los fieles, indispensable para una verdadera renovación. Y es precisamente éste también el objetivo de este ciclo de catequesis que hoy empezamos: crecer en el conocimiento del gran don que Dios nos ha donado en la eucaristía. La eucaristía es un suceso maravilloso en el cual Jesucristo, nuestra vida, se hace presente. Participar en la misa «es vivir otra vez la pasión y la muerte redentora del Señor. Es una teofanía: el Señor se hace presente en el altar para ser ofrecido al Padre por la salvación del mundo» (Homilía en la santa misa, Casa S. Marta, 10 de febrero de 2014). El Señor está ahí con nosotros, presente. Muchas veces nosotros vamos ahí, miramos las cosas, hablamos entre nosotros mientras el sacerdote celebra la eucaristía... y no celebramos cerca de Él. ¡Pero es el Señor! Si hoy viniera aquí el presidente de la República o alguna persona muy importante del mundo, seguro que todos estaríamos cerca de él, querríamos saludarlo. 
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Pero pienso: cuando tú vas a misa, ¡ahí está el Señor! Y tú estas distraído. ¡Es el Señor! Debemos pensar en esto. «Padre, es que las misas son aburridas” —«pero ¿qué dices, el Señor es aburrido?» —«No, no, la misa no, los sacerdotes» —«Ah, que se conviertan los sacerdotes, ¡pero es el Señor quien está allí!». ¿Entendido? No lo olvidéis. «Participar en la misa es vivir otra vez la pasión y la muerte redentora del Señor. Intentemos ahora plantearnos algunas preguntas sencillas. Por ejemplo, ¿por qué se hace la señal de la cruz y el acto penitencial al principio de la misa? Y aquí quisiera hacer un paréntesis. ¿Vosotros habéis visto cómo se hacen los niños la señal de la cruz? Tú no sabes qué hacen, si la señal de la cruz o un dibujo. Hacen así [hace un gesto confuso]. Es necesario enseñar a los niños a hacer bien la señal de la cruz. Así empieza la misa, así empieza la vida, así empieza la jornada. Esto quiere decir que nosotros somos redimidos con la cruz del Señor. Mirad a los niños y enseñadles a hacer bien la señal de la cruz. Y estas lecturas, en la misa, ¿por qué están ahí? ¿Por qué se leen el domingo tres lecturas y los otros días dos? ¿Por qué están ahí, qué significa la lectura de la misa? ¿Por qué se leen y qué tiene que ver? O ¿por qué en un determinado momento el sacerdote que preside la celebración dice: «levantemos el corazón»? No dice: «¡Levantemos nuestro móviles para hacer una fotografía!». ¡No, es algo feo! Y os digo que a mí me da mucha pena cuando celebro aquí en la plaza o en la basílica y veo muchos teléfonos levantados, no solo de los fieles, también de algunos sacerdotes y también obispos. ¡Pero por favor! La misa no es un espectáculo: es ir a encontrar la pasión y la resurrección del Señor. Por esto el sacerdote dice: «levantemos el corazón». ¿Qué quiere decir esto? Recordadlo: nada de teléfonos.
Es muy importante volver a los fundamentos, redescubrir lo que es esencial, a través de aquello que se toca y se ve en la celebración de los sacramentos. La pregunta del apóstol santo Tomas (cf Juan 20, 2 5), de poder ver y tocar las heridas de los clavos en el cuerpo de Jesús, es el deseo de poder de alguna manera «tocar» a Dios para creerle. Lo que santo Tomás pide al Señor es lo que todos nosotros necesitamos: verlo, tocarlo para poder reconocer.
Los sacramentos satisfacen esta exigencia humana. Los sacramentos y la celebración eucarística de forma particular, son los signos del amor de Dios, los caminos privilegiados para encontrarnos con Él.

Así, a través de estas catequesis que hoy empezamos, quisiera redescubrir junto a vosotros la belleza que se esconde en la celebración eucarística, y que, una vez desvelada, da pleno sentido a la vida de cada uno. Que la Virgen nos acompañen en este nuevo tramo de camino. Gracias.

domingo, 26 de noviembre de 2017

SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO REY UNIVERSAL

Reflexión del Papa Francisco:
Durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, este domingo 26 de noviembre Solemnidad de Cristo Rey del universo, el Papa Francisco recordó que Jesús, además de pastor, también es Rey y Juez, y que al final de los tiempos “nos juzgará de nuestros actos dirigidos a servirle en nuestros hermanos más pequeños y necesitados”.
Resultado de imagen para el juicio finalEl Santo Padre recordó que la realiza de Jesús “es una realeza de guía, de servicio, y también una realeza que, en el fin de los tiempos, se afirmará como juicio. Hoy tenemos delante de nosotros a Cristo como Rey, pastor y juez, que muestra los criterios de pertenencia al Reino de Dios”.
“La página evangélica se abre con una visión grandiosa. Jesús,dirigiéndose a sus discípulos, dice: ‘Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con Él, se sentará en el trono de su gloria’. Se trata de la introducción solemne a la historia del juicio universal”, explicó.
Francisco destacó que, “después de haber vivido la existencia terrena en humildad y en pobreza, Jesús se presenta ahora en la gloria divina que le pertenece, rodeado de los ejércitos angélicos. La humanidad entera es convocada ante Él, y Él ejerce su autoridad separando a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras”.
Entonces, comenzará el Juicio: “A aquellos que ha situado a su derecha les dice: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme’”.
Ante esta afirmación, “los justos se sorprendieron, porque no recordaban haberse encontrado nunca con Jesús, y mucho menos el haberlo ayudado de esa manera. Entonces Él aclara: ‘En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis’”.
“Estas palabras –continuó el Papa– no dejan nunca de golpearnos, porque nos revelan hasta dónde llega el amor de Dios: hasta el punto de identificarse con nosotros, pero no cuando estamos bien, cuando estamos sanos y felices. No, sino cuando estamos en necesidad. Y oculto de esta manera, se deja conocer, nos tiende la mano como un sin techo”.
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De ese modo, “Jesús nos revela el criterio decisivo de su juicio, es decir, el amor concreto por el prójimo en dificultad. Y así se revela el poder del amor, la realeza de Dios: solidaria con el que sufre para suscitar en todo lugar actitudes y obras de misericordia”.
“La parábola del juicio continúa presentando al Rey que aleja de sí a aquellos que durante su vida no se preocuparon por las necesidades de sus hermanos. También en este caso se quedan sorprendidos y preguntan: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?’. De ese modo, querían decir: ‘Si te hubiésemos visto, seguramente te habríamos ayudado’. Pero él responde: ‘En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo’”.
El Papa insistió: “En el final de nuestra vida seremos juzgados del amor, es decir, de nuestro empeño concreto de amar y servir a Jesús en nuestros hermanos más pequeños y necesitados”. Y recordó: “Aquel sin techo, aquel necesitado que tiende la mano es Jesús. Aquel enfermo que debo visitar es Jesús. Aquel encarcelado es Jesús. Aquel hambriento es Jesús. Pensemos en ello”.
“Jesús vendrá al fin de los tiempos para juzgar a todas las naciones, pero viene donde nosotros todos los días, de muchos modos, y nos pide que lo acojamos. La Virgen María nos ayude a encontrarlo, a recibirlo en su Palabra y en la Eucaristía, y al mismo tiempo en los hermanos y en las hermanas que sufren el hambre, la enfermedad, la opresión, la injusticia”, finalizó.
Tomado de: https://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-recuerda-que-jesus-juzgara-a-las-personas-por-su-servicio-a-los-necesitados-84918

viernes, 10 de noviembre de 2017

CALENDARIO CATÓLICO 2018

Apreciado peregrino, ponemos a disposición de todos el calendario católico editado por el Santuario para el año 2018, a un muy bajo precio, a tan solo 2.000 pesos, puede adquirirlo solamente en el despacho parroquial.


domingo, 5 de noviembre de 2017

Seamos servidores unos de otros

En el Ángelus del domingo, el Papa Francisco explicó que los cristianos están llamados a hacerse servidores y por tanto tienen que huir del honor y de los primeros puestos, así como rechazar la tentación de la apariencia.
Así, el Evangelio del día está ambientado ·en los últimos días de la vida de Jesús en Jerusalén; días cargados de expectativas y tensiones”, dijo el Papa. “Por un lado, Jesús dirige severas críticas a los escribas y los fariseos, y por el otro, realiza importantes entregas a los cristianos de todos los tiempos, por lo tanto también a nosotros”.
Resultado de imagen para los fariseos y los escribasFrancisco denunció que “un defecto frecuente en quienes tienen una autoridad, es exigir de los demás cosas, inclusive justas, pero que ellos no practican en primera persona”.
“Esta actitud es un mal ejercicio de la autoridad, que en cambio debería tomar su principal fuerza precisamente del buen ejemplo”.
“La autoridad nace del buen ejemplo –continuó– para ayudar a otros a practicar lo que es justo y debido, sosteniéndolos en las pruebas que se encuentran en el camino del bien. La autoridad es una ayuda, pero si se ejerce mal, se vuelve opresiva, no permite que la gente crezca y crea un clima de desconfianza y hostilidad.
El Pontífice advirtió también contra la “actitud de vivir sólo de la apariencia” y recordó que los cristianos no buscan el honor, sino la humildad.
“Los discípulos de Jesús no debemos buscar títulos de honor, de autoridad o supremacía. Yo les digo que personalmente me duele ver a personas que psicológicamente andan corriendo detrás de las honorificaciones. No debemos hacer esto porque entre nosotros debe haber una actitud fraternal. Todos somos hermanos y no debemos dominar a los demás de ninguna manera”.
Resultado de imagen para dios padreEn definitiva, “si hemos recibido cualidades de nuestro Padre Celestial, debemos ponerlas al servicio de los hermanos, y no aprovecharlas para nuestra satisfacción personal”.
“No debemos considerarnos superiores a los demás; la modestia es esencial para una existencia que quiere estar conforme a las enseñanzas de Jesús, que es manso y humilde de corazón; y ha venido para servir y no ser servido”.
Tomado de: https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-los-cristianos-huyen-de-los-honores-y-deben-servir-a-los-demas-10833

Ordenaciones sacerdotales en Nuestra Orden Agustiniana

La imagen puede contener: 14 personas, personas sonriendo, noche e interiorFelicitamos a los nuevos sacerdotes de nuestra Orden de San Agustín 
P. Fray Eleví Santos, OSA. y 
al P. Fray Mauricio Pérez, OSA por sus ordenaciones presbiterales, 

igualmente al nuevo Diácono Fray Andrés Felipe Romero, OSA. 

Deseamos que Dios y María Santísima, Nuestra Señora de Gracia, los guíen en el nuevo camino que hoy inician en su vida religiosa.

La imagen puede contener: 1 persona, de pie, boda e interiorNoviembre 04 de 2017

miércoles, 1 de noviembre de 2017

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

El 1 de noviembre la Iglesia Católica se llena de alegría al celebrar la Solemnidad de Todos los Santos, tanto aquellos conocidos como los desconocidos, que con su vida son ejemplo de que sí es posible llegar al cielo.
Resultado de imagen para solemnidad de todos los santos“Hoy nosotros estamos inmersos con el espíritu entre esta muchedumbre innumerable de santos, de salvados, los cuales, a partir del justo Abel, hasta el que quizá está muriendo en este momento en alguna parte del mundo, nos rodean, nos animan, y cantan todos juntos un poderoso himno de gloria”, decía San Juan Pablo II un primero de noviembre de 1980.
Esta celebración tuvo sus orígenes por el siglo IV debido a la gran cantidad de mártires en la Iglesia. Más adelante el 13 de mayo del 610 el Papa Bonifacio IV dedica el Panteón romano al culto cristiano, colocando de titulares a la Bienaventurada Madre de Dios y a todos los mártires. Es así que se les empieza a festejar en esta fecha.
Posteriormente el Papa Gregorio IV, en el siglo VII, trasladó la fiesta al 1 de noviembre, muy probablemente para contrarrestar la celebración pagana del “Samhain” o año nuevo celta (en la actualidad Halloween) que se celebra la noche del 31 de octubre.
En el 2013 el Papa Francisco, ante una gran multitud de gente, exhortó: “Dios te dice: no tengas miedo de la santidad, no tengas miedo de apuntar alto, de dejarte amar y purificar por Dios, no tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. Dejémonos contagiar por la santidad de Dios”.
Tomado de: https://www.aciprensa.com/noticias/feliz-dia-de-todos-los-santos-44904