ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA SALUD

¡Virgen María, Madre de la Salud! Tu Hijo divino te encargó que fueras también Madre de todos los hombres. Desde entonces, con admirable fidelidad, has estado presente en la vida de la Iglesia y de cada uno de sus hijos; como ejemplar de todas las virtudes personales y comunitarias; como medianera nuestra ante Dios, y como madre de la vida divina que Cristo nos comunica.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas, nuestras infidelidades y caídas. A ejemplo tuyo y con tu ayuda, aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial que, en Cristo y por el Espíritu Santo quiere salvarnos a través de las pruebas y sufrimientos de la vida temporal, hasta darnos la plenitud de su vida sin término. Amén.

sábado, 30 de mayo de 2015

LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Resultado de imagen para santísima trinidad
En este domingo 31 de mayo, celebramos con gozo la solemnidad de la Santísima Trinidad: "Dios Padre e Hijo y Espíritu Santo, fiesta de Dios, del centro de nuestra fe. Cuando se piensa en la Trinidad, por lo general viene a la mente el aspecto del misterio: son tres y son uno, un solo Dios en tres Personas. En realidad, Dios en su grandeza no puede menos de ser un misterio para nosotros y, sin embargo, él se ha revelado: podemos conocerlo en su Hijo, y así también conocer al Padre y al Espíritu Santo. La liturgia de hoy, en cambio, llama nuestra atención no tanto hacia el misterio, cuanto hacia la realidad de amor contenida en este primer y supremo misterio de nuestra fe. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno, porque Dios es amor, y el amor es la fuerza vivificante absoluta, la unidad creada por el amor es más unidad que una unidad meramente física. El Padre da todo al Hijo; el Hijo recibe todo del Padre con agradecimiento; y el Espíritu Santo es como el fruto de este amor recíproco del Padre y del Hijo. Los textos de la santa misa de hoy hablan de Dios y por eso hablan de amor; no se detienen tanto sobre el misterio de las tres Personas, cuanto sobre el amor que constituye su esencia, y la unidad y trinidad al mismo tiempo". (Homilía de Benedicto XVI en la solemnidad de la Santísima Trinidad Domingo 19 de junio de 2011)

Que la Santísima Trinidad nos acompañe todos nuestros días, iniciemos y terminemos siempre nuestro día en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Cada vez que iniciemos o terminemos un trabajo, un oficio, un deporte, un acto cultural, un paseo, una comida... cualquier actividad, pidamos siempre la compañía amorosa de la Santísima Trinidad. 

Oh tú, santa Unidad en Trinidad,
que riges con poder el universo,
recibe las canciones de alabanza
que, en vela matinal, cantan tus siervos.

El lucero del alba ya refulge,
caminando ante el sol cual mensajero;
al caer las tinieblas de la noche,
nos alumbra tu santa luz de nuevo.

Demos gloria a Dios Padre, autor de todo,
y al Señor Jesucristo, su unigénito,
y al Santo Defensor de nuestras almas,
ahora y por los siglos sempiternos. Amén.

sábado, 23 de mayo de 2015

PENTECOSTÉS

Ante todo debemos reconocer que Pentecostés en el cumplimiento de la promesa hecha por Jesús a
sus discípulos, cuando estaba con ellos antes de morir en la cruz y también cuando se despide de ellos el día de la ascensión. No podemos acercarnos al Espíritu Santo sin acercarnos al Padre y al Hijo.
Jesús murió y resucitó para comunicarnos el Espíritu Santo. La pascua de Cristo se consuma con la efusión del Espíritu Santo: “El Espíritu Santo que Cristo, cabeza, derrama sobre sus miembros, construye, anima y santifica a la Iglesia”. No podemos pretender tener una Iglesia sin Espíritu o pretender, lo que es peor, tener la idea de dominar al Espíritu. Un grupo humano que se reúnan de manera carismática, y se conviertan en guetos, en grupos cerrados y que no participen de los sacramentos y de toda la vida de la Iglesia, están muy equivocados. El Espíritu Santo no es para privatizarlo, no podemos pretender encerrarlo o tenerlo dominado. Al contrario, el Espíritu Santo cuando se derrama sobre los fieles, despierta muchos carismas que ayudan a construir y a animar la Iglesia. Una comunidad realmente carismática es aquella que vive del Espíritu Santo, que vive los carismas sin divisiones o favoritismos o sectarismos. Los carismas son dados a la Iglesia para santificarlas, no para dividirla o crearle problemas.

Uno de los problemas de nuestro tiempo es la carencia de Espíritu y el exceso de materia en sus diversas formas: corporalidad y sexo, productividad y consumismo. La sociedad actual está muy erotizada, el sexo aparece por todas partes, el uso del cuerpo como instrumento de consumo se puede ver en todas partes y en todos los medios de comunicación; además, se le suma el afán del consumismo, los deseos de comprar lo último que sale de moda, el estar con lo último que sale. Las personas se miden, muchas veces, por la tecnología que tienen, por los celulares de alta gama que poseen, por el lujo… Mucha gente vive lamentablemente de apariencias. Es evidente que esto asfixia de alguna manera la presencia del Espíritu. La secuencia Ven Espíritu divino de este día de Pentecostés expresa esta realidad cuando afirma: Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
La verdadera humanización del hombre consiste en abrirse a Dios y a los demás. Bajo la acción del Espíritu se encuentra y se reconcilia con Dios y consigo mismo; y se abre a la comunión gozosa con él mismo y con los demás hermanos.
Con esta solemnidad de Pentecostés se termina la celebración pascual. No podemos quedarnos solamente en el ruido y la alegría de una noche, no podemos conformarnos con decir que hemos celebrado Pentecostés porque celebramos la vigilia, pero la vida después de esta noche sigue igual. Pentecostés no es solo un momento, una noche o un día; Pentecostés debe ser toda la vida, pues ya hemos recibido el Espíritu Santo el día de nuestro bautismo, lo recibimos el día de nuestra confirmación, lo recibimos cada vez que celebramos la eucaristía y cualquiera de los sacramentos. Por eso nuestra vida debe reflejar esa acción del Espíritu. La pregunta entonces es: ¿Cómo vivir todo esto que hemos celebrado, esto que es el núcleo fundamental de nuestra fe? La respuesta es: porque podemos creer, podemos amar, podemos esperar, podemos continuar el camino del Resucitado, sólo si tenemos en nosotros el Espíritu Santo.

viernes, 1 de mayo de 2015

AYUDEMOS CON LA FUNDACIÓN CIUDAD DE DIOS

“Dios es caridad, y quien permanece en la caridad, permanece en Dios. 
Ama, pues, al prójimo… , y en él verás a Dios…”
(San Agustín de Hipona, In epíst. Joan. 1,9,1.)

Querida Familia:
 Reciban un afectuoso saludo y nuestro más sincero agradecimiento por todo lo que hacen por los niños de la FUNDACIÓN CIUDAD DE DIOS, pues gracias a su colaboración ellos viven un presente, sueñan un futuro y pueden ver el amor de Dios reflejado en ustedes.

La Fundación Ciudad de Dios en el desarrollo de su labor social atiende:

1.-  El Hogar Santa Mónica, ubicado en el municipio de Albán (Cundinamarca),  donde alberga aproximadamente 55 niños y jóvenes de diferentes edades.

2.- La IE San Nicolás de Tolentino  ubicada en el Municipio de Puerto Colombia (Atlántico),  donde se educan 500 estudiantes que cursan los grados de Transición a 11°.

3- Familias de escasos recursos,  a quienes se hace entrega de 150 mercados mensuales.

Nuestros beneficiarios han encontrado en la Fundación Ciudad de Dios una oportunidad para formarse como personas de bien, capaces de aportar de manera significativa a la transformación de la sociedad.
 Hoy acudimos a ustedes para que nos acompañen en el GRAN BINGO que se realizará el día viernes 8 de mayo a las 7:00 p.m. en el Coliseo Benito Martínez del Liceo de Cervantes, que se encuentra ubicado en la Avenida Calle 153 No.19 – 39.  Para el cual hemos elaborado unas boletas  por un valor de $35.000pesos cada una, las cuales contarán con las siguientes características y premios:

POR ESTA DONACIÓN USTED PODRÁ RECLAMAR DOS  (2) CARTONES DE BINGO, LOS QUE LE PERMITIRÁ ACCEDER A LOS SIGUIENTES PREMIOS:

PRIMER BINGO: $1’000.000 en efectivo
SEGUNDO BINGO: $2’000.000 en efectivo
TERCER BINGO: $3’000.000 en efectivo
CUARTO BINGO: $35’000.000 EN EFECTIVO

¡¡¡FABULOSOS PREMIOS SORPRESA!!!

Cada vez que en sus corazones nace un gesto de compromiso y solidaridad con la “Fundación Ciudad de Dios” hacen sonreír a muchos niños que están golpeados por la pobreza y la falta de oportunidades para surgir en la vida.

¡Sigamos ayudándolos! comprando boletas para este GRAN BINGO, gesto de solidaridad que es de gran ayuda.

Contando como siempre con el gran espíritu de colaboración y generosidad que los ha caracterizado.
 Atentamente,

P. NELSON GALLEGO OROZCO, OSA  

Presidente Fundación Ciudad de Dios
MIREYA SALINAS
Directora Administrativa Fundación Ciudad de Dios