ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA SALUD

¡Virgen María, Madre de la Salud! Tu Hijo divino te encargó que fueras también Madre de todos los hombres. Desde entonces, con admirable fidelidad, has estado presente en la vida de la Iglesia y de cada uno de sus hijos; como ejemplar de todas las virtudes personales y comunitarias; como medianera nuestra ante Dios, y como madre de la vida divina que Cristo nos comunica.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas, nuestras infidelidades y caídas. A ejemplo tuyo y con tu ayuda, aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial que, en Cristo y por el Espíritu Santo quiere salvarnos a través de las pruebas y sufrimientos de la vida temporal, hasta darnos la plenitud de su vida sin término. Amén.

lunes, 31 de marzo de 2014

PAPA FRANCISCO, Cuando fracasa un amor


Cuando fracasa un amor  


MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA
DE LA DOMUS SANCTAE MARTAHE

Fuente: L’Osservatore Romano, ed. sem. en lengua española, n. 10, viernes 7 de marzo de 2014


Cuando un amor fracasa las personas no se deben condenar sino acompañar. Lo recomendó el Papa Francisco en la misa del viernes 28 de febrero. La belleza y la grandeza del amor, explicó el Pontífice, se reconocen desde la obra maestra de la creación, narrada en el Génesis, y elegido por Dios mismo como «icono» para explicar la esencia del amor entre el hombre y la mujer. Pero también entre Cristo y la Iglesia.
«Jesús estaba siempre con la gente», explicó el Papa refiriéndose al pasaje evangélico de Marcos (10, 1-12) propuesto por la liturgia. Y en medio de la gente el Señor enseñaba, escuchaba y curaba a los enfermos. Alguna vez, sin embargo, entre la multitud, se presentaban también los doctores de la ley que querían, en realidad, «ponerlo a prueba», buscando, en cierto sentido, hacerle caer. La razón se dice inmediatamente: «Ellos —destacó el Pontífice— veían la autoridad moral que tenía Jesús». Un hecho evidente que, sin embargo, percibían como «un reproche para ellos». Y así, «buscaban hacerlo caer para quitarle esa autoridad moral».
El Evangelio de san Marcos relata que los fariseos, precisamente «para ponerlo a prueba», plantearon a Jesús «esta cuestión sobre el divorcio». Una cuestión con su acostumbrado «estilo» basado en la «casuística». Quienes querían poner en dificultad a Jesús, en efecto, no le planteaban jamás «una problemática abierta». Preferían recurrir a la «casuística, siempre al caso pequeño», preguntándole: «¿Es lícito esto o no?».
La «trampa» que querían tender a Jesús está implícita en este modo de ver las cosas. Porque, advirtió el Papa, «detrás de la casuística, detrás del pensamiento casuístico, siempre hay una trampa, siempre». Una trampa, prosiguió, «contra la gente, contra nosotros y contra Dios, siempre». Así, relata el evangelista Marcos, la pregunta que los fariseos hicieron a Jesús: «si era lícito a un marido repudiar a la propia mujer». Y Jesús respondió ante todo preguntándoles «lo que decía la ley y explicando por qué Moisés hizo esa ley de ese modo».
El Señor no se detiene en esta primera respuesta y «de la casuística va al centro del problema». Es más, precisó el Santo Padre, «va precisamente a los días de la creación»: «Desde el inicio de la creación, Dios los hizo varón y mujer; por ello el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Así ya no son dos, sino una sola carne».
El Papa Francisco releyó este pasaje, explicando que «el Señor se refiere a la obra maestra de la creación». En efecto, Dios «creó la luz y vio que era buena». Luego «creó los animales, los árboles, las estrellas: todo era bueno». Pero «cuando creó al hombre» llegó a decir «que era muy bueno». En efecto, «la creación del hombre y de la mujer es la obra maestra de la creación». También porque Dios «no quería al hombre solo: lo quería con su compañera, su compañera de camino».
Éste es también el momento, dijo el Pontífice, del «inicio del amor». Y «muy poético» es precisamente el encuentro entre Adán y Eva. A ellos Dios les recomendó seguir adelante juntos «como una sola carne». He aquí entonces que «el Señor toma siempre el pensamiento casuístico y lo conduce al inicio de la revelación». Pero, advirtió el Papa, «esta obra maestra del Señor no acabó allí, en los días de la creación». En efecto, el Señor eligió precisamente «esta imagen para explicar el amor que Él tiene hacia su pueblo, el amor que Él tiene con su pueblo». Un amor grande «hasta el punto que cuando el pueblo no es fiel», de todos modos «Él habla con palabras de amor».
Así «el Señor —explicó— toma este amor de la obra maestra de la creación para explicar el amor que tiene con su pueblo. Y un paso más: cuando Pablo necesitó explicar el misterio de Cristo, lo hizo también en relación, en referencia a su esposa. Porque Cristo está casado: se casó con la Iglesia, su pueblo». Y precisamente «como el Padre se había casado con el pueblo de Israel, Cristo se casó con su pueblo».
«Ésta —afirmó el Papa— es la historia del amor. Ésta es la historia de la obra maestra de la creación. Y ante este itinerario de amor, ante este icono, la casuística cae y se convierte en dolor». Dolor ante el fracaso: «Cuando dejar al padre y la madre para unirse a una mujer, hacerse una sola carne y seguir adelante, cuando este amor fracasa —porque muchas veces fracasa— debemos sentir el dolor del fracaso». Y precisamente en ese momento debemos también «acompañar a esas personas que tuvieron ese fracaso en su amor». No hay que «condenar» sino «caminar con ellos». Y sobre todo «no hacer casuística con su situación».
Todo esto, continuó el Pontífice, hace pensar en un «designio de amor», en el «camino de amor del matrimonio cristiano que Dios bendijo en la obra maestra de su creación, con una bendición que jamás fue retirada. Ni siquiera el pecado original la destruyó». Y «cuando uno piensa en esto», precisó el Papa, encuentra natural reconocer «cuán hermoso es el amor, cuán hermoso es el matrimonio, cuán hermosa es la familia, cuán hermoso es este camino». Pero también «cuánto amor, y cuánta cercanía, también nosotros debemos tener con los hermanos y la hermanas que en su vida tuvieron la desgracia de un fracaso en el amor». Un amor, recordó, que «comienza poéticamente, porque la segunda narración de la creación del hombre es poética, en el libro del Génesis». Y que «termina en la Biblia, poéticamente, en las cartas de san Pablo, cuando habla del amor que Cristo tiene por su esposa, la Iglesia».
Sin embargo, alertó el Papa, «también aquí debemos estar atentos que no fracase el amor», terminando tal vez por «hablar de un Cristo demasiado “soltero”: Cristo se casó con la Iglesia. Y no se puede comprender a Cristo sin la Iglesia» como «no se puede comprender a la Iglesia sin Cristo». Precisamente «esto —afirmó— es el gran misterio de la obra maestra de la creación». El Papa Francisco concluyó su meditación pidiendo al Señor la gracia de comprender este misterio «y también la gracia de no caer nunca en estas actitudes casuísticas de los fariseos y de los doctores de la ley».

© Copyright - Libreria Editrice Vaticana Viernes 28 de febrero de 2014
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/cotidie/2014/sp/papa-francesco_20140228_fracasa-amor_sp.html

lunes, 24 de marzo de 2014

LA ANUNCIACIÓN, solemnidad (Marzo 25)


La Anunciación es una realidad muy importante en toda la historia de la salvación, pues en ese momento comienza el cumplimiento de las promesas hechas desde el Antiguo Testamento; por eso la Iglesia la celebra con la máxima categoría de importancia como es la Solemnidad. 

María era una mujer como cualquier otra de su época, aunque llevaba una vida muy consagrada a Dios en su fe como judía, con buenas costumbres y buena relación con sus padres y demás personas. Por eso Dios decide elegirla como Madre suya, porque encontró en ella un corazón puro, límpio, inmaculado, santo, devoto, abierto a Dios, generoso, humilde, servicial, etc. 

En cierto sermón san Agustín exclama que María es santa y es de gran importancia en la Iglesia, porque antes de concebir al Mesías en su vientre, lo concibió en su corazón. Por eso precisamente cuando el ángel la saluda la llama "Llena de gracia"; es decir, "llena de Dios", porque tenía a Dios ya en su corazón.

La solemnidad de la Anunciación, o de la Encarnación del Hijo de Dios, nos invita a todos a abrir nuestro corazón a Dios, para que a ejemplo de la Virgen Madre, nosotros también podamos concebir a Jesús en el corazón, para después darlo a luz, es decir, darlo a conocer a los demás. 

viernes, 21 de marzo de 2014

RETIRO PARA LAICOS


El profesorio agustiniano de Colombia invita al Retiro para Laicos Agustinos (RLA) que se llevará a cabo el sábado 10 de Mayo en las instalaciones del Monasterio Benedictino del Rosal, Cundinamarca. Dicho evento tiene un costo de $35.000 que cubre: Transporte, Refrigerios "mañana y tarde", almuerzo y entrada al monasterio. 

Para mayor información comunicarse al: 218 56 50. Profesorio Agustiniano de Colombia.
Fuente: http://profesorio.blogspot.com/

lunes, 17 de marzo de 2014

REFLEXIONES DEL PAPA FRANCISCO

PAPA FRANCISCO
MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA
DE LA DOMUS SANCTAE MARTAHE
El estilo cristiano 

Jueves 6 de marzo de 2014

Fuente: L’Osservatore Romano, ed. sem. en lengua española, n. 11, viernes 14 de marzo de 2014

El redescubrimiento de la fecundidad de una vida según el estilo cristiano es la propuesta del Papa Francisco para la Cuaresma. Habló de ello el jueves 6 de marzo durante la celebración de la misa en Santa Marta. Al comentar el pasaje del evangelio de Lucas (9, 22-25) propuesto por la liturgia, el Pontífice lo presentó como una reflexión relacionada con la narración del joven rico, que quería seguir a Jesús, «pero que después se alejó entristecido porque tenía mucho dinero y estaba muy apegado para renunciar a él». Y Jesús también habló del «riesgo de tener tanto dinero», terminando con un mensaje preciso: «No se puede servir a dos señores, a Dios y al dinero».
Al inicio de la Cuaresma, la Iglesia «nos hace leer, nos hace escuchar este mensaje», dijo el Pontífice. Un mensaje que –afirmó– «podríamos titularlo el estilo cristiano: “Si alguien quiere seguirme, es decir, ser cristiano, ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Porque Él, Jesús, fue el primero en recorrer este camino». El obispo de Roma volvió a proponer las palabras del evangelio de Lucas: «El Hijo del hombre tenía que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día». Nosotros «no podemos pensar en la vida cristiana —especificó— fuera de este camino, de este camino que Él recorrió primero». Es «el camino de la humildad, incluso de la humillación, de la negación de sí mismo», porque «el estilo cristiano sin cruz no es de ninguna manera cristiano», y «si la cruz es una cruz sin Jesús, no es cristiana».
Asumir un estilo de vida cristiano significa, pues, «tomar la cruz con Jesús e ir adelante». Cristo mismo nos mostró este estilo negándose a sí mismo. Él, aun siendo igual a Dios —observó el Pontífice—, no se glorió de ello, no lo consideró «un bien irrenunciable, sino que se humilló a sí mismo» y se hizo «siervo por todos nosotros».
Este es el estilo de vida que «nos salvará, nos dará alegría y nos hará fecundos, porque este camino que lleva a negarse a sí mismo está hecho para dar vida; es lo contrario del camino del egoísmo», es decir, «el que lleva a sentir apego a todos los bienes solo para sí». En cambio, este es un camino «abierto a los demás, porque es el mismo que recorrió Jesús». Por lo tanto, es un camino «de negación de sí para dar vida. El estilo cristiano está precisamente en este estilo de humildad, de docilidad, de mansedumbre. Quien quiera salvar su vida, la perderá. En el Evangelio, Jesús repite esta idea. Recordad cuando habla del grano de trigo: si esta semilla no muere, no puede dar fruto» (cf. Jn 12, 24).
Se trata de un camino que hay que recorrer «con alegría, porque —explicó el Papa— Él mismo nos da la alegría. Seguir a Jesús es alegría». Pero es necesario seguirlo con su estilo –insistió–, «y no con el estilo del mundo», haciendo lo que cada uno puede: lo que importa es hacerlo «para dar vida a los demás, no para dar vida a uno mismo. Es el espíritu de generosidad». Entonces, el camino a seguir es éste: «Humildad, servicio, ningún egoísmo, sin sentirse importante o adelantarse a los demás como una persona importante. ¡Soy cristiano…!». Con este propósito, el Papa Francisco citó la imitación de Cristo, subrayando que «nos da un consejo bellísimo: ama nesciri et pro nihilo reputari, “ama pasar desapercibido y ser considerado una nulidad”». Es la humildad cristiana. Es lo que Jesús hizo antes».
«Pensemos en Jesús que está delante de nosotros —prosiguió—, que nos guía por ese camino. Ésta es nuestra alegría y ésta es nuestra fecundidad: ir con Jesús. Otras alegrías no son fecundas, piensan solamente, como dice el Señor, en ganar el mundo entero, pero al final se pierde y se arruina a sí mismo».
Por eso, «al inicio de la Cuaresma —fue su invitación conclusiva— pidamos al Señor que nos enseñe este estilo cristiano de servicio, de alegría, de negación de nosotros mismos y de fecundidad con Él, como Él la quiere».

© Copyright - Libreria Editrice Vaticana
TOMADO DE: http://www.vatican.va/holy_father/francesco/cotidie/2014/sp/papa-francesco_20140306_estilo-cristiano_sp.html

miércoles, 5 de marzo de 2014

INICIAMOS EL TIEMPO DE CUARESMA

¿Qué es el Tiempo de Cuaresma?


Con la celebración del Miércoles de Ceniza, iniciamos el Tiempo de Cuaresma, por medio del cual la liturgia nos prepara para la celebración de la Pascua. Al respecto afirma el Ordo de la Conferencia Episcopal Colombiana: "La razón de ser del Tiempo de Cuaresma es la preparación para la Pascua: la liturgia cuaresmal prepara a celebrar el misterio Pascual, tanto a los catecúmenos, haciéndolos pasar por los diversos grados de la iniciación cristiana, como a los fieles que rememoran el bautismo y hacen penitencia". El color litúrgico durante todo el tiempo es el morado, que simboliza la penitencia, la oración, el dolor, e invita a la conversión.

¿Cuánto tiempo abarca?

Este Tiempo de Cuaresma abarca desde el Miércoles de Ceniza hasta el jueves Santo, antes de la Cena del Señor. Durante todo este Tiempo no se canta el ALELUYA, por ser un tiempo de meditación, conversión y penitencia.



¿Qué podemos hacer en Cuaresma?

Durante este Tiempo la Iglesia, desde épocas muy antiguas, recomienda la práctica de las buenas obras, acompañadas por el ayuno y la abstinencia, la oración, actos de piedad como el Viacrucis y ayudar con ofrendas a los pobres. También, en el caso de Colombia, la Conferencia Episcopal ha establecido este tiempo como un espacio propicio para la campaña COMUNICACIÓN CRISTIANA DE BIENES que busca en todas las parroquias recolectar ayuda económica o en especie, para colaborar con los más necesitados.

En todas estas cosas que podamos realizar, es indispensable que se haga desde el corazón, con amor, con sinceridad; no hagamos las cosas simplemente por cumplir o para que otros nos vean y nos alaben.